domingo, 23 de noviembre de 2008

02

Deshizo todo su equipaje en apenas un par de horas, tras lo cual me pidió que le explicara un poco como funcionaban las cosas allí.

-No es un sitio en el que exijan demasiado, la verdad. Las habitaciones como ya habrás visto están bastante bien y la gente te caerá bien. La comida es el único punto débil, pero vamos, es un mal generalizado que acusa a todas las residencias universitarias.

-Una descripción bastante común, justo como esperaba.

¿Justo como esperaba? No se si ese comentario era algo de lo que tenía que preocuparme o fue una simple apreciación sin importancia, pero el caso es que decidí obviarlo.

-Si, bueno, tampoco hay gran cosa que decir de este sito. Solo que al principio echaras en falta algunas cosas como es normal, pero te acostumbraras en nada.

-Creo que no tengo mucho que extrañar, pero eso es otra historia.

Aquello me resulto aun mas extraño que el comentario de la descripción. ¿Por qué una persona que no me conocía absolutamente de nada dejaba entender entre líneas que tenia un pasado que prefería olvidar? Lo primero que se me vino a la cabeza es que era la típica persona que intenta hacerse la víctima, que cree que su vida es la mas desgraciada de lo que nadie puede imaginar y lo único que pretenden es dar un poquito de lastima para poder estar rodeados de personas que se preocupen por ella. Inmediatamente me di cuenta de que no era asi.
Saco cuidadosamente de la mochila una colección variopinta y cuanto menos curiosa de libros. Saltaba a la vista que le fascinaba Paulo Cohelo. También tenia algunos títulos de Saramago, Daniel Goreman, Erich Fromm, Julia Kristeva, Italo Calvino y Jean Paul Sartre todo ello entremezclado con una cantidad abrumadora de épica narrativa. Habia dos que tenia separados del resto, La insoportable levedad del ser de un tal Milan Kundera, y Buenos días, tristeza de un autor cuyo nombre ya no recuerdo. De hecho es toda una proeza que haya conseguido recordar tantos nombres aunque son solo unos pocos de todos los que llego a guardar en esa habitación.

-¿Los has leído todos?

-Si y no.

-¿si y no?¿que significa eso?

-Pues eso, te digo que los he leído todos y a la vez no he leído ninguno. Es cierto que habre leído estos libros al menos dos veces cada uno, pero cada vez que vuelvo a ojearlos me dicen algo nuevo, por eso te digo que es como si no hubiese leído ninguno, siempre tienen algo que enseñarme. Por eso me encanta tanto la lectura. ¿a ti te gusta leer?

-¡Uff! Pues si tengo que ser sincera la verdad es que no es una de mis actividades preferidas. He leído algo, pero creo que muy básico por lo que puedo ver entre tus títulos y tus autores.

-Bueno, eso es cuestión de gustos. Cada persona esta hecha a un tipo de libros, lo que pasa es que debe encontrar a cuales. Por eso, cuanto mas leo, mas me gusta y sobre todo cuando encuentro un libro con el que me identifico de verdad.

-Es curioso. Nunca escuche a nadie que describiese de esa forma su gusto por la lectura.

-Tampoco hay mucha gente que lo haya escuchado tal y como tu lo acabas de hacer ahora. Y bueno, basta ya de tonterías, ¿presentame a alguien, no?, que ya que voy a vivir aquí por una temporada mas me vale conocer gente o me voy a querer morir.

-Si claro, de todas formas que extraña que no haya aparecido nadie por aquí ya, supongo que no habrá terminado de llegar todo el mundo.

En ese mismo instante, puesto que no había otro mas oportuno, llamaron a la puerta.

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