sábado, 27 de febrero de 2010

Vacio

Sera que últimamente las cosas "andan" relativamente bien; sera que no hay nada que me quite el sueño o que me inquiete; sera que desde hace algún tiempo me siento tranquila, en paz.
Tengo más que comprobado que mi interés por la escritura nació como una especie de desarrollo de una autoterapia que me ayudaba a descargar furia y rabia, miedo y frustración, tristeza y nostalgia, frío y desconsuelo...me hacía descargarme, vaciarme.
Pero me llama la atención y en cierto modo me asusta, que en los últimos meses no he sentido esa necesidad de sentirme vacía, de soltarlo todo; y entre ese miedo emana la posibilidad de saber que no necesito desprenderme de esos sentimientos porque en realidad no los tengo.
Vacío...curiosa palabra; ausencia, nada...podrían ser sinónimos totalmente válidos, pero sin duda la palabra vacío aplicada al estado anímico de una persona resulta completamente aterradora.
Quizás sea por eso por lo que me empeño en aferrarme a algo que me mantenga con vida, a algo que me recuerde lo que era tener ilusión por algo, como un último intento desesperado de no abandonarme a la indiferencia del que no siente nada.
Ya no siento esa necesidad imperiosa, y tu, estas dejando de ser mi droga, lo que ocurre es que no quiero admitirlo; es como estar en un programa de desintoxicación por voluntad propia y a la vez seguir consumiendo delante de los compañeros cuyas vidas son iguales de miserables que la tuya...sin ningún escrúpulo, sin ningún pudor, con el convencimiento de que la ironía que dejas ver y el convencimiento de quien se siente enganchado hacen que des un paso mas hacia tu autodestrucción.
Y es entonces cuando me pregunto donde fueron todas las ideas de terapia que surgieron enraizadas a esta forma de renacimiento sentimental, cuando no puedo ignorar que efectos tiene la confrontación de esta cura con la autodestrucción que me empeño en socavar con mis mentiras de cada día. Algo que me asusta, que me hace mirar a mi alrededor siempre alerta, haciéndome frágil, pendiendo de un hilo...sabiendo que en el momento en le que mi inconsciente deje de depender de ti no me quedara nada, nada de lo que vaciarme, nadie ante quien fingir...

martes, 16 de febrero de 2010

SIDDHARTA

He necesitado muchos años para perder mi espiritu, para olvidarme del pensar y la unidad.
¿No parece que he precisado dar grandes rodeos para convertirme paulatinamente en un hombre, para dejar de ser filosofo y vivir como una persona vulgar? Y a pesar de todo, ha sido bueno el camino, no ha muerto completamente el pajaro que se alberga en mi interior. Pero, ¡Que camino es ese! he tenido que sobrevivir a tanta ignorancia, vicio, error, asco y desengaño, tan solo para volver a ser un hombre que no piensa, como los niños, y asi poder empezar de nuevo. No obstante, todo ha ido bien, mi corazon se alegra, mis ojos rien. He tenido que sufrir ocn desesperacion, me he visto obligado a rebajarme hasta la idea mas necia, la del suicidio para volver a dormir bien y despertar mejor. Tuve que convertirme en un ignorante.


La mayoria de los seres humanos son como las hojas que caen de los arboles, que vuelan y revolotean por el aire, vacilan y por ultimo se precipitan al suelo. Otros, por el contrario, casi son como estrellas; siguen un camino fijo, ningun viento los alcanza, pues llevan en su interior su ley y su meta.


HERMANN HESSE