viernes, 24 de diciembre de 2010

He pasado mucho tiempo buscando razones y respuestas, pero no se puede encontrar lo que no existe...

domingo, 12 de diciembre de 2010

Punto y aparte, punto y seguido

Ha pasado según mi parecer, demasiado tiempo. Si, tanto que creo que ya ni siquiera tengo recuerdos del principio de la historia. Siempre he dicho que no se como sería el final, siempre he estado asustada por el vacío que dejaría acabar por fin con todo, he tenido miedo de dejar de sentir, de volverme insensible, fría...
Pero se acabó el tiempo de ser analista de la tragedia, es el momento de volver a poner los pies en el suelo y devolverme la tranquilidad y la serenidad que siempre me han caracterizado.
No se si habrá sido la distancia, la rutina o quizás el tiempo el que ha acabado con todo, pero lo cierto es que ya no siento mariposas en el estómago, ni imagino como sería la historia si las cosas hubieran sido tal y como las soñé. Ya no sueño.
Ya no espero con ansia y nervios el momento de verte, de volver a hablar contigo de nuevo, he dejado de ser el flan que se tambalea y e inestable ante tu presencia, ya no quiero ser más esa parte estropeada de la fruta que dicen que es la mejor pero que todo el mundo aparta.
Me he cansado de seguirte incansablemente, de hacer uno y mil intentos de no salir de tu vida, de abrirme un hueco en tu rutina, de ser un resquicio de tu subconsciente que aflora en el momento en el que menos lo espero.
Ya no quiero que me sorprendas, ni quiero volver a tener nada que recordar, no quiero volver a pasear contigo, ni mirarte, ni hablarte, no al menos de la misma forma en la que lo he hecho hasta ahora.
Tu tiempo ha pasado y sinceramente no se si las historias al final se acaban retomando, pero lo que si es cierto es que ya no lo estaré esperando, no estaré esperándote, ninguna mañana más, ninguna noche más.
Y después de todo, no puedo decir que esté arrepentida del tiempo que he pasado en este estado de hipnosis sostenida, porque me he sentido viva, siempre alerta, siempre atenta. Me has hecho sentir que existen personas especiales de verdad y puedes creerte que eres una de ellas sin correr el riesgo de parece egocéntrico o engreído, porque has sido el rayo de luz que ha iluminado mis días más oscuros.
Pero todo tiene un final, y no se si estaré ante un punto y final o ante un punto y seguido, ni si el miedo que hace poco sentía por ese vacío que creí que dejarías era un simple espejismo o permanece aún escondido esperando aflorar en un momento de debilidad.
Simplemente vuelvo a mi cauce, retomo la serenidad como el fluido que fluye en régimen laminar tras deshacerse de su turbulencia, vuelvo a dejar de tener la necesidad de esperar a que algo ocurra para detenerme y observar como ahora las cosas se mueven con una velocidad relativa diferente.