viernes, 19 de septiembre de 2008

Egoistas por naturaleza


El ser humano es más bien egoísta por naturaleza. Tendemos a mirar por los nuestros y por lo nuestro.
Si no existieran las buenas formas o lo que comúnmente entendemos por buena educación, aún sería más evidente.

Hoy os voy a introducir un aspecto de este egoísmo tan arraigado: el de huir del contacto con los conocidos del día a día.
A mi también me ha pasado. Se trata de un sentimiento que puntualmente tengo aunque, afortunadamente, no muy a menudo.
Me levanto con pereza mental, con pocas ganas de hablar con nadie, con poca autoestima, estoy un poco baja de moral y si salgo a la calle no quiero encontrarme con nadie. Entonces voy caminando por la calle con la mirada baja, pasos rápidos pero no puedo evitar alzar la vista de vez en cuando.
Es cuando mis ojos ven alguna cara conocida, algún vecino o amigo cuya conversación suele ser rutinaria o llena de preguntas incómodas.
Es en estas circunstancias que algunos cambian de acera, pretenden no haberte visto o dicen lo de ‘lo siento, tengo prisa, nos llamamos’.

En nuestra sociedad es muy común NO tener tiempo para saludar, charlar o tomar algo con alguien pero SI para cultivar músculos, hacer sesiones de estética (maquillaje, depilación, rayos uva,…) o deporte. Actividades solitarias todas ellas. Para no mencionar las horas pasadas delante del ordenador (sin trabajar) en Internet o delante la TV.
En nuestras prioridades no está la de ser atento.
En las ciudades se ha perdido el contacto con la gente,si te paras a pensarlo somos simplemente seres automatas que en la mayoria de las situaciones vivimos sumergidos en una rutina que nos ahoga y a la vez nos hace depender de ella. Nos acostumbramos al dia a dia, nos acostumbramos a personas que han llenado ese dia a dia aunque en el fondo lo que pensemos,sintamos o queramos sea algo completamente opuesto.

Quizá deberíamos tener menos miedo a charlar con los demás aunque al principio sólo sea para hablar del tiempo y las preguntas básicas.
Después quizá vemos todo con otros ojos y se nos abran más posibilidades.

Quizas deberiamos tener menos miedo a solucionar errores, a pedir perdon, a mirar a la cara a quien sabemos que hemos hecho daño. quizas deberiamos ser un poco menos egoistas y algo mas atentos.

Quizas deberiamos probar a ser nosotros mismos...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Totalmente cierto...
Algunas veces nos molesta hasta alguien que viene con toda su buena intención a saludarnos...
1besito!