domingo, 21 de diciembre de 2008

Mi adiccion

Creo que no recuerdo bien el dia en el que me decidi a empezar a escribir, o quizas si lo recuerdo y me da bastante vergüenza hacerlo. Algo asi como una poesia que ocupaba unas tres carillas y media tamaño cuartilla en la que explicaba la triste historia de lo que podria considerar mi primer desamor. Todavia me recuerdo sentada en un sillon en el balcon de un piso con vistas a la playa, boligrafo en mano y temerosa del espacio en blanco que se interponia entre mis ideas y la realidad.
una llamada telefonica siguio a la escritura antes mencionada, aun no se muy bien si por el hecho de querer hablar con alguien de mi gran logro o si por el contrario sentia la necesidad de que alguien intentara reprimir las lagrimas que habia dejado caer sin ningun reparo, ya que yo era incapaz de hacerlo.
Pero lo cierto es que aquello me empezo a gustar. Inevitablemente habia dias que tenia ganas de escribir, bien por aburrimiento o bien porque al hacerlo me sentia mejor.
Baraje la idea de empezar a escribir un diario, y asi lo hice. Pero surgio un problema, que no podia dejar de leer todo lo que escribia, y claro esta que los secretos que mi fiel y mejor amigo me guardaba eran cuanto menos agradables.
Poco despues de haberlo dejado vino a mi la idea de empezar a escribir en mi espace. Si, ya lo se, demasiado informal, demasiado comercial y por que no decirlo, demasiado superficial. Pero a mi me seguia haciendo sentir bien.
Leia una y otra vez mis antiguos escritos, los remodelaba, los redibujaba, los rehacia y los volvia a escribir adaptados al nuevo lenguaje que habia adquirido conforme aumentaba mi modesta madurez en este arte. Pasaba tardes enteras riendo sin parar al hacerlo y creedme que cualquiera lo haria. Imaginad como pueden ser las palabras de una niña de 13 años describiendo las mayores desgracias de su vida en una poesia que apenas podia a aspirar a tener rima consonante.
Y un buen dia me vino una idea genial a la cabeza. Tras haber visitado alguno que otro, decidi hacerme un blog. Volvi a retomar todo lo que tenia escrito: un pequeño montoncito de folios amarillentos y un rincon virtual en el que habia depositado mis sueños, mis ilusiones, mis alegrias y sobre todo mis momentos mas tristes. Quizas surgio en un momento de delirio o de aburrimiento absoluto, pero lo cierto es que inevitablemente lo fui necesitando, se convirtio dia a dia en mi mayor adiccion.
Volvi a pasar tardes enteras releyendo lo que habia salido de mi inquieta cabecita, unas veces con una mirada critica y otras simplemente porque admito que me encanta leer.
y aqui estoy un dia mas, escribiendo mi entrada numero 112 y con apenas unos 8 meses de edad intentando llenar un nuevo espacio en el que siento que me puedo expandir sin miedo a que nadie se atreva a insinuar el mas minimo soslayo de critica, o mejor dicho de replica, en el que inevitablemente mi mente se transparenta sin miedo a dejar completamente explicito lo que en realidad quiere expresar.
mente transparente, mente en blanco o mente sin blanco, el hecho es que asi empezo , y a dia de hoy asi continua siendo.



...porque la escritura es un arte y una ciencia, y yo amo a la una tanto como a la otra...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues yo te animo a que sigas escribiendo, porque además de todos los efectos "terapéuticos" que tiene, lo haces fenomenal.