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-¡Hola Susana! Desgraciadamente otro año más por aquí, en fin, es lo que toca. ¿Que tal ese verano?

-Pues bastante bien, no me puedo quejar. Me deje caer un par de semanas por Italia y después pues lo típico, un mes en la playita y otro par de semanas en el pueblo viendo a la familia y eso. ¿Y tu Que tal?

-Algo menos movida que tu. Estuve un par de semanas en plan turismo rural con mis padres, vamos, Castilla León, algo de Castilla la Mancha y Cáceres. Y bueno después mas de lo mismo que tu. Por cierto, veo que ya tenemos por aquí al reemplazo de Sonia, ¿no?

-Uy si, que despiste. Esta es Sofía.

-Encantada, yo soy Marian. En la quinta para lo que quieras. A todo esto Su, ¿Qué sabes de Sonia, Mar y Ana? Es que llevo incomunicada todo el verano, he hecho una especie de formateo, nada de móvil ni de internet, tu sabes.

-Ya, ya, están bien, me dijeron que se dejarían caer por aquí en novatadas asi que hoy o a mas tardar mañana las tendrás por aquí. Y lo de la incomunicación, sabes que te apoyo, de hecho yo te lo propuse, asi evitamos males indeseados.

-Ya te digo. Bueno, te dejo que tengo que deshacer el equipaje. Luego me paso por aquí, voy a hablar con esta gente a ver que dicen de hacer para cenar.

-Ok, nos vemos ahora.

-¡Ciao!

Cerro con un portazo como era costumbre suya. La verdad es que no se porque vino a saludarme con tanto énfasis, no la había echado nada de menos y Sonia, Mar y Ana pongo la mano en el fuego porque tampoco. En fin, lo peor que me podía pasar era que tuviese que compartir un par de horas cenando con ella, luego solo tendría que cruzármela por el pasillo.

-Parece simpatica,¿no?

-Si, tu lo has dicho, parece. Buah, de aquí a un par de días estará tan sumamente ensimismada con la carrera que no existirá nada mas en el mundo para ella que eso, te lo aseguro.

-Pues vaya.

-Esta noche en novatadas te presentare ya a gente normal. Alex es que no ha llegado todavía, si no ya habría hecho aparición por aquí. Te caerá bien.

-¿Alex?

-Sí, es compañero de Gonzalo. Gon creo que si esta ya aquí. Están en la cuarta.

-Ah, bien.

Acto seguido, se dejo caer en la cama, parecía agotada. No la quise molestar y me puse a terminar de colocar mis cosas. Una buena montaña de apuntes poblaba ya mi estantería y el armario se había quedado pequeño como de costumbre. Era mi tercer año allí y empezaba tercero de arquitectura. Sofi iba a empezar este año.

Pasaron un par de horas, y allí seguía ella tumbada en la cama con la mirada perdida y jugando a darle vueltas a sus pies. De vez en cuando una timida lagrima asomaba por sus ojos y la reprimía con todas sus fuerzas. Me resulto muy extraña aquella situación. Habia estado conviviendo dos años con una persona y ahora sentía que algo me faltaba, la echaba bastante de menos. Pero sin embargo a mi nueva compañera parecía que le faltaba algo mas que eso.