todo un acierto

adoraba tu despreocupacion por lo descuidado que tu pelo se antojaba a estar. Cada uno de los mechones caian libremente y desobedientes a cualquier orden que tu hubieses intentado imponerles.
no podia dejar de mirarte cuando te quedabas pensando, con esa posicion que adoptabas, con el cuello ligeramente desplazado hacia delante que colocaba tu cabeza unos 15 centimetros adelantada a tus hombros. La vista entornada y la mirada entrecortada, mientras millones de conexiones neuronales tenian cita en tu cerebro.
me resultaba gracioso el hecho de que quedades mirando tu reflejo en el vidrio de una ventana, atento, ajeno a que yo me daba cuenta de la sonrisa de despreocupacion que dejabas entrever.
no sabes cuanto eche de menos imaginarte mirando las gotas de lluvia caer, soñando con que estabas pensando en mi al igual que yo no podia dejar de pensar en ti. paseos bajo la lluvia que se me antojaban como los momentos mas dulces a los que cualquier persona pudiese aspirar.
no logre encontrar a nadie que hablase con la seguridad con la que tu lo hacias, tan pausado y a la vez tan acelerado, tan convencido de lo que estaba diciendo, tan ingenuo y tan sabio al mismo tiempo.
me resultaba adorable incluso tu forma de caminar, a un ritmo que pocos pueden seguir y por ello mas de una y de dos veces me quede esperando a ver como te marchabas, cruzando los dedos para que no mirases para atras y me vieses con la mirada fija en tus ojos, y a la vez deseosa de que lo hicieses y volvieses al punto en el que segundos antes me habias dejado.
no importa donde vaya porque te veo reflejado en cada espejo en el que me miro, en cada pequeño charquito de agua que encuentro por la calle, incluso en las gotas que caen condensadas por el alicatado de mi cuarto de baño tras una de mis duchas que duran milenios en las que intento en vano lavar mi corazon, olvidando todo lo que no tiene cabida, olvidando todo lo que me aleja de ti.
porque aunque intente negarlo acertaste rachel!